1976
              
              La primera Santa Maria
              La oportunidad llegó al final de los años setenta, cuando se hizo cargo de la finca Santa Maria, que al tiempo se ocupaba no solo de cultivo de arroz y cereales, sino también de tipo zootécnico con una gran crianza que
                alcanzó su auge hasta a unas 300 cabezas de ganado. El abuelo, ya en este tiempo, sintió la fuerte necesitad no solo de ser agricultor esta tierra maravillosa, sino también de poder contribuir a la mejora y
                crecimiento del territorio.
             
            
              1983
              
              La piscina municipal
              Por esta razón, en los primeros años ’80 renovó la piscina cubierta ubicada en nuestras propiedades y la donó a los municipios de Mede y Lomello, quienes allí organizaban clases de natación, especialmente en horario escolar
                para los niños de las escuelas primaria y secundaria. Todavía recuerdo cuando hablaba de su caserío: decía “La Santa Maria di Mede”, y luego quiso enfatizar que “está justo en el medio de Lomellina: ¡la mitad
                de los campos están en el municipio de Lomello!”
             
            
              Fin de los años ‘90
              
              La enfermedad del abuelo y los años “obscuros”
              Los últimos años del siglo pasado podrían definirse como años “obscuros” para nuestra empresa agrícola: elecciones agronómicamente equivocadas, algunas dificultades económicas y, sobre todo, la enfermedad de mi abuelo, han
                llevado a la empresa a un paso del cierre…
             
            
              2001
              
              Giovanni Nipoti
              En 2001, el abuelo, junto a mi padre, Ennio Cisco, y mi madre, Angela Meschini, conocieron a Giovanni Nipoti, ¡e inmediatamente hubo un gran entendimiento! Pero ese día, con ese encuentro, tuvimos la suerte de darle vida
                nueva a ese proyecto da valorizar las tierras que cultivamos con atención y calidad y que nos trajeron aquí hoy. Giovanni Nipoti, nuestro gerente, inicialmente revivió nuestras tierras; nuevas técnicas de
                cultivo, gran atención a todos los detalles, agronómicos y de gestión; compartir todos los objetivos de la empresa.
             
            
              Hoy
              
              Arroz de semilla y de sushi
              EL nuevo camino de evolución de la empresa fue marcado de mi padre, y desde cuando falleció en 2011, con mi madre y mi hermano hemos compartido con Giovanni el camino actual de crecimiento que intentamos seguir cada día. Yo
                diría que se puede resumir en 3 conceptos simples: calidad, valorización de las tierras que cultivamos, productos de nicho de alto valor. Nos enfocamos en la calidad de la producción, buscando variedades
                particulares, contractos de cadena de suministro y nichos de mercado relevantes, además del arroz mas tradicional, producimos con satisfacción variedades de arroz negro, aromático, indica…; somos multiplicadores de arroz
                semilla y ya tenemos una colaboración de cinco años para la producción de arroz para sushi.
             
            
              Los próximos años
              
              Nuevas variedades
              Cada año dedicamos una hectárea a algunas empresas semilleras y el resultado es lo que se puede ver en las bellas imagines del sitio… Y así, casi como consecuencia directa, hemos acogido con pasión las sugerencias de se
                pueden encontrar en la circular del Ente Nacionazionale Risi de junio 2014 en la que 1300 variedades de arroz, italianas y extranjeras, se han puesto a disposición de todos aquellos que pretendan revivir una
                segunda juventud en aquellos arroces que pudieran ser de interés agronómico y también como emancipación cultural de nuestra cadena de producción de arroz italiano, Todos nos enamoramos del nombre “Lomello”, y mi abuelo sería
                el primero en enorgullecerse de él: solo puede ser evocador de cuanto Lomellina y Lomello se asocian con esta variedad; además, la indicación geográfica clara y sugerente la convierte, en nuestra opinión, en
                un testimonio perfecto del “renacimiento cultural” de la industria arrocera italiana. De nuestra parte tenemos el honor de continuar esta fuerte comunión de propósitos, porque también es parte de la historia de nuestra
                empresa.